Una de las grandes ventajas de los suelos de vinilo es que cuentan con una gran variedad de tonos y texturas, de este modo se pueden crear cálidos y acogedores espacios en tu hogar. Cuentan, además, con una gran resistencia a la humedad, lo que los hace ideales para cocinas y baños (si hablamos del ámbito doméstico), siendo también el material perfecto para su utilización en comercial y en el sector hostelero.

Son extramadamente resistentes a las rayaduras y a los impactos por lo que se trata de un suelo muy duradero. Cuentan con una capa antideslizandote para evitar caídas y deslizamientos y, además, son ignífugos.

Su colocación es rápida, sencilla y limpia por lo que su instalación se realiza en muy poco tiempo. Si, por cualquier motivo se estropeara una lama, no hay ningún problema en sustituirla gracias al sistema click y al ser flotantes.

Respecto a su mantenimiento hay que decir que su limpieza es sencilla, basta con limpiar el suelo una vez por semana con un paño o bayeta húmeda o con una fregona y agua templada. No suele ser aconsejable la utilización de disolventes ya que estropea los suelos, no sólo los realizados en vinilo, sino todos en general.